Cada derrota en la NFL es dolorosa.
Te preparas tanto y dejas tanto de ti en cada partido que es imposible no sentir la desilusión cuando, como equipo, no llegas al objetivo final, que siempre es ganar semana tras semana. Dicho esto, hay algunas derrotas que duelen más que otras y yo, oficialmente puedo poner esta última ante Kansas City, dentro de esa columna. Por varias razones.
Primero, la defensa volvió a jugar a un altísimo nivel (dejaron a los Chiefs en 13 yardas en el 1er cuarto y si no es por una escapada de Edwards-Helaire en el último cuarto, hubieran dejado el ataque terrestre de KC en menos de 50 yardas mientras que el aéreo se quedó en unas muy mundanas 235 yardas).
El equipo dirigido por Brandon Staley tuvo todo para ganar y ponerse 2-0 en la conferencia más dura de la NFL. La secundaria del rayo terminó el partido con 3 intercepciones que no fueron, (una por una infracción que todavía estoy buscando) y que pudieron cambiar la historia, especialmente una de Asante Samuel Jr. al inicio del 2do tiempo que de concretarse (después de que Herbert se había conectado con Mike Williams y puesto arriba a Chargers 17-7) hubiese puesto el juego muy difícil de remontar para los Chiefs, aún con Mahomes en la cancha (24/35 235 yardas 2TD 0INT).
Pero, la pelota claramente tocó pasto antes de que la mano izquierda de Asante se ubicará abajo del ovoide. Kansas City mantuvo con vida esa ofensiva y acortó el marcador a 17-14 con un TD de Mahomes para Jerick McKinnon. El momento para sacar al público del partido se había esfumado tan rápido como la intercepcion de Samuel Jr. Incluso con un gol de campo te ponías 2 conversiones arriba y por cómo estaba jugando la defensa, ese panorama se veía bastante complicado para Chiefs.
Take a look back at the Chargers first road trip of the 2022 season, to take on the Chiefs in prime time, in monochrome
Pero ni en la vida ni en el deporte funcionan los "hubieran". Es lo que fue o lo que no fue. Y Mahomes guio a su equipo a una victoria por momentos impensada pero al final justa, porque esta clase de partidos hay que ganarlos como sea y los Chiefs encontraron la manera. En el 2do tiempo, las 70 mil y más personas en el GEHA Field at Arrowhead Stadium se transformaron en un factor determinante, la corriente del partido cambió.
Los Chargers sintieron mucho la salida de Corey Linsley (rodilla) y después la de Trey Pipkins III (tobillo). Con Linsley en cancha Herbert, promedió más de 8 yardas por pase, sin su centro titular ese número bajó a 3. La presión de Kansas City sobre Herbert comenzó a llegar por el lado derecho de la línea y el partido cambió. Creció la defensa local y en ofensiva hicieron lo justo y necesario para ganar. Dentro de ello, la intercepción de Jaylen Watson para un pick-6 al inicio del último cuarto fue fundamental (el esquinero anotó tras correr 99 yardas después de anticipar el pase en que Herbert estaba tratando de conectarse con Gerald Everett en la yarda 1).
Ahora, capítulo aparte merece Justin Herbert (33/48 334 yardas 3TD 1INT). El QB de Chargers otra vez dio una muestra de valentía y de espíritu competitivo que ya se están transformando en su marca registrada. Herbert es un guerrero con todas las letras. Nunca deja de luchar. Todos en el estadio sabían que algo le había pasado tras el golpe que Mike Danna le propinó en el último cuarto (hasta las 2:30am nada había sido confirmado y Herbert ya había pasado por la máquina de rayos X en el estadio), era evidente que el QB estaba jugando con un dolor intenso que le impedía moverse con fluidez. Hubo un par de secuencias donde todos pensamos que no podría seguir. Pero tal como dijo Brandon Staley, el que Herbert se haya quedado en la cancha, luchando con sus compañeros y dándoles la posibilidad de ganar el juego al final, no debería sorprender a nadie. "Porque es Justin Herbert," dijo Staley.
Por largos pasajes del partido Herbert se conectó con Mike Williams a placer (Big Mike terminó con 8 recepciones para 113 yardas y un TD). Pero, esto cambió una vez que Linsley no estuvo más en el emparrillado y KC ajustó sus marcas en la secundaria. Le hace bien el Arrowhead a Williams ya que en sus últimos 2 partidos allí acumula casi 240 yardas por aire y 3 TD.
Los 10 días de descanso que tendrán los Chargers no podrían llegar en mejor momento. Sin saber todavía la extensión de las lesiones sufridas por Herbert, Linsley y Pipkins, este tiempo les vendrá de maravillas. El siguiente juego será el domingo 25 de septiembre ante los Jacksonville Jaguars en el SoFi.
Todavía falta mucha NFL, 15 juegos en total y acá no hay nada definido. Kansas City por ahora tiene la ventaja, pero esto puede cambiar semana a semana. Los Chargers van a estar en la lucha hasta el final tal como Hebert lo demostró hoy con una prueba y un ejemplo estremecedor del líder que es.
Acá falta mucha tela que cortar y los Chiefs aún tienen que visitar el SoFi. Hay que ganar el siguiente partido y mantener la presión preocupados sólo de lo que Chargers hacen, el resto caerá en su lugar. Lo que le sobra a este equipo es espíritu de lucha y nadie se rinde, comenzando con el #10.
(Mañana habrán más noticias para que las sigan en chargers.com)
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