No es el inicio esperado
Saquemos eso del paso enseguida. Estar 0-2 al inicio de esta temporada no creo que haya estado en los planes de nadie en el mundo Chargers, pero hoy es una realidad.
Podremos buscar todas las razones habidas y por haber, como que se perdió por dos puntos vs Miami y por tres en Tennessee, y que en los dos partidos se tuvo la posibilidad, al final del partido, de quedarse con la victoria, pero la única verdad es la que dijo el gran Bill Parcells hace ya varios años, "Eres lo que tu récord dice que eres." Y en estos momentos los Chargers son equipo de 0-2.
Eso no quiere decir que no haya material en ese vestidor para dar vuelta esta historia, porque lo hay, pero si somos justos con esa historia, las estadísticas no juegan a favor del conjunto del rayo. Para conseguirlo, los hombres dirigidos por Brandon Staley, deberán doblarle el brazo a los porcentajes.
Quedan 15 partidos y el siguiente volverá a ser como visitantes el próximo domingo, esta vez en Minnesota ante los Vikings de Kirk Cousins y Justin Jefferson, que también comenzaron la temporada 0-2, así que dé más está decir lo significativo del juego. Si ya es difícil volver de un 0-2 imagínense lo que es volver de un 0-3.
Habrá que limpiar muchas cosas, comenzando con las penalizaciones, que le han hecho mucho daño al equipo en estas primeras dos jornadas. Uno frente a Miami, y tres ante los Titans. Todas terminaron costando puntos, no sólo mover las cadenas para el rival, puntos, ya sea con goles de campo o con touchdowns. Un equipo con aspiraciones necesita ser un equipo disciplinado en las tres facetas.
Claro que hay frustración en el vestidor. La paciencia es muy corta y así quieres que sea, porque para dar vuelta esto se necesita una combinación de trabajo, ejecución y rebeldía.
Baja Conversión en Terceras Oportunidades
Ante Tennessee sólo se capitalizaron dos de 14 intentos, y así como ante Dolphins el partido murió al no poder mover las cadenas en una tercera oportunidad, a los Titans se le dio vida al no ganar el partido en los últimos segundos de tiempo regular, cuando con 2:22 en el reloj, Justin Herbert guio magistralmente a su ofensiva desde su propia yarda 25 hasta la yarda 7 del rival. En esa tercera oportunidad y 2 fue capturado por Harold Landry III para perder 8 yardas y tener que conformarse con el gol de campo de Cameron Dicker que enviaba el juego a OT.
Después en el OT los Chargers tuvieron una mal secuencia del juego en mal momento, tres y out y Ryan Tannehill avanzó a su equipo hasta la yarda 23 de Los Angeles para que el pateador Nick Folk lo ganara con el gol de campo.
¿Recuerdan la temporada pasada? Para construir ese 10-7 hubo que ganar varios juegos al límite (Arizona, Atlanta, Cleveland por nombrar tres. Todos de visita). Los grandes equipos son los que encuentran la manera de resolver esas situaciones de presión en el último cuarto, más aún como visitantes. Al menos al inicio de esta temporada, aún no están en ese nivel.
¿Están cerca? Seguro que sí. Han perdido los dos juegos por un total de cinco puntos y en ambos han jugado duro hasta el final eso está fuera de dudas. Pero esta premisa la hemos discutido antes, también hay que jugar con disciplina y tomando buenas decisiones en aquellos momentos críticos, porque no es sólo dejando todo en la cancha, también es ejecución.
La solución a este atolladero será colectiva y no individual ya que son muchos los componentes. Una mejor lectura acá, una penalización menos allá, una mejor cobertura acá y estaríamos analizando un 2-0 y no un 0-2. Es de todos. Y lo harán. Este equipo le va a doblar la mano a la historia.
Las Jugadas Que Cambiaron el Partido
Tennessee controló el tiempo de posesión del ovoide 36:49 a 28:09, algo que no sorprende cuando se tiene a Derrick Henry en la cancha. Pero ahí está otra de las historias del juego, el monstruo de los acarreos en la NFL terminó con 25 para 80 yardas a un promedio de 3.2 yardas por acarreo, eso significaría que la defensa terrestre del rayo tuvo un gran partido?
Casi. Porque Tyjae Spears corrió para 49 yardas en ocho acarreos a un promedio de 6.1 por acarreo y hizo mucho daño. Es un interesante monstruo de dos cabezas que tiene Mike Vrabel en estos jugadores.
Pese a las molestias en su pierna por un problema en el tendón de la corva (hasta último minuto no se sabía si jugaba) Joey Bosa terminó con dos capturas de QB y volvió a ser ese jugador temible para las líneas ofensivas rivales. Bosa solo practicó el viernes de forma limitada y tuvo snaps limitados que le permitieron lucir explosivo y descansado.
En líneas generales el OLB Tui Tuipulotu tuvo un excelente partido. Los Chargers encontraron a un jugador en el producto de USC. Tuvo su primera captura en la NFL y creó presión constante en el frontón protector de Tannehill. La defensa terminó con cinco capturas de mariscal (Bosa con dos, Tuipulotu, Murray Jr. y Fox).
Cuando analizábamos cómo se tenía que jugar contra los Titans, la conversación comenzaba y terminaba con Henry, y con justa razón, pero por ahí cerca rondaba el nombre del receptor DeAndre Hopkins, de quien la secundaria de Chargers no se podía descuidar, más aun considerando lo que paso la semana pasada. El problema mayor no fueron ni Henry ni Hopkins, y como casi siempre ocurre, fueron aquellos de los que menos se hablaba.
En el primer tiempo y con Chargers arriba 11-0 después de un pase de TD increíble de Herbert para Keenan y la conversión dos puntos del Príncipe para Trey Pipkins III, todo hacía parecer que los Chargers estaban en total control del partido (en la NFL eso casi nunca es cierto). Pero en primera y 10 desde su propia 25 Ryan Tannehill encontró a Treylon Burks para 70 yardas y de una mordida los locales avanzaron hasta la cinco de Chargers. Un par de jugadas más tarde, Henry anotara el TD y la ventaja quedara en 11-7. Una jugada, después de ponerte 11-0, se cambió el partido.
Y ya en el último cuarto, otra vez con los Chargers arriba 21-17 y con seis minutos por jugar, otra vez Tannehill encontró a uno de sus receptores para conseguir una enorme jugada. Esta vez fue Chris Moore, quien por entre las costuras y se conectaba con su QB para ganar 49 yardas. Seis secuencias más tarde, se ponía delante 24-21. Dos jugadas, en el primer y último cuarto, cambiaron por completo la historia del partido.
Durante el encuentro, los dirigidos por Brandon Staley tuvieron numerosas oportunidades de poner ese último clavo en el ataúd de los Titans, como decía Mack después del partido. Los grandes equipos tienen muy desarrollado ese instinto porque saben que, en esta liga, dejar con vida al rival es una mala idea. Hasta no desarrollar ese nivel de ejecución ganador al final de partidos cerrados, vas a ganar unos y perderás otros, así es esta liga, y será difícil trascender.
"Eres lo que tu récord dice que eres," y esa marca de los Chargers deberá cambiar este siguiente domingo en Minnesota. Han jugado duro, por momentos muy bien en todas las facetas. Se ve un equipo unido y conectado. Los demás rivales de la NFL saben lo peligroso que puede ser este equipo una vez que encuentre ese ritmo ganador.
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